Arte haitiano: una breve historia sobre el papel y el origen de la pintura haitiana

La historia del arte haitiano se remonta al siglo 19, y sigue siendo una personificación significativa del arte modernista. Su importancia ha crecido en las últimas décadas debido a la agitación sociopolítica y su evolución como medio de activismo y como salida de expresión emocional sobre temas nacionales actuales.

Mientras tanto, la historia del arte haitiano comenzó a ser más conocida en 1940 cuando un artista, DeWitt Peters, se mudó a Haití desde California. Después de establecer una escuela de arte y un centro de capacitación, descubrió a varios artistas desconocidos y los ayudó a hacerse famosos por sus obras de arte. El arte haitiano es popular en América del Sur, Europa y el Caribe y es reconocido en todo el mundo.

Poco después, 1943, Peters comenzó a enseñar inglés en la escuela secundaria como una alternativa al servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial. Peters también tenía talento en el área de la pintura de acuarela y se sorprendió cuando se enteró de que no había ninguna galería de arte que exhibiera pinturas en Haití. Se imaginó a sí mismo abriendo una institución que enseñaba a los haitianos talentosos que el arte era una forma respetable de ganarse la vida.

En 1944, el gobierno haitiano donó un edificio a Peters después de que presentara su carta de renuncia. Quería que el edificio sirviera como escuela y galería de arte donde los haitianos pudieran recibir instrucción académica en técnicas de dibujo y óleo. Peters llamó a este edificio "Le Centre d'Art".

Uno de los primeros artistas haitianos descubiertos por Peters fue un sacerdote vudú llamado Hector Hyppolite. Héctor utilizó plumas de pollo y restos de pintura de la casa para crear sus obras de arte. Después de que Peters se dio cuenta de lo exitoso que era Hyppolite, comenzó a buscar otros artistas locales que tuvieran una variedad de antecedentes. Artistas como el empleado llamado Philome Obin, un contador llamado Toussaint Auguste y un taxista llamado Rigaud Benoit, son solo algunos nombres entre las muchas personas talentosas que Peter encontró. La primera generación de artistas haitianos estaba lo suficientemente hambrienta y motivada para perseguir el sueño de convertirse en artista.

Las pinturas que los artistas crearon en Le Centre d'Art tenían una pasión por traducir su entorno e ideas religiosas en lienzo y cartón. En 1947, Selden Rodman se convirtió en codirector del edificio y convenció a Peters de que los artistas habían madurado lo suficiente en sus pinturas como para comenzar a pintar en las paredes de los edificios públicos. Rodman creó y dirigió el trabajo de los artistas en los murales de la Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad en Port-au-Pince. Después de que sus obras se completaron en 1951, los murales capturaron la atención internacional y desarrollaron muchos artistas primitivos que se hicieron conocidos por sus obras de arte.

A través de la experiencia de convertirse en artista en Le Centre d'Art, los artistas pudieron expresar sus obras de arte para contar la historia de Haití y su propia historia diaria. Esto se ha convertido en el tema de las obras de arte de Haití. Actualmente, el país representa a artistas autodidactas y en formación, cuyas obras de arte son extremadamente populares en todo el mundo.

El arte haitiano se puede encontrar fácilmente en museos y galerías modernas. Myriam Nader Haitian Art Gallery sigue siendo una galería de arte haitiano contemporáneo con sede en Nueva York, donde se puede encontrar una gran cantidad de obras de arte de algunos de los artistas más reconocidos y famosos a lo largo del siglo. Fundada por Myriam F. Nader Salomon, el objetivo de la galería es promover el arte y la cultura haitiana contemporánea, evaluar colecciones y promover la cultura haitiana.

La galería ha puesto gran énfasis en preservar la calidad original de cada pieza de arte en su cartera. También está acreditado por BBB con una impresionante calificación de A +.